El Camino de Santiago además de ser un itinerario cultural europeo es una exposición viva de tipografía donde conviven tradición y modernidad a partes iguales. Para la muestra que nos ocupa hemos situado la ruta en el Camino Francés desde Ponferrada a Santiago de Compostela, cada población que sirve de testigo de nuestro caminar es un pozo de sorpresas no sólo por el paisaje y las gentes si no por si rico patrimonio cultural gráfico. Uno de los signos más auténticos del camino son los hitos kilométricos que nos recuerdan cuantos kilométros nos quedan para llegar a Compostela, fabricados en materiales tradicionales y con la inscripción grabada directamente. En la imagen podéis ver la señal que indica O Cebrerio, una de las míticas etapas del Camino, recordada tanto por su desnivel como por su dureza física.
Durante todo el camino vamos encontrando señales de tráfico de diferentes épocas, en algunos rincones prevalecen signos muy deteriorados fabricados en los años 60 y 70 del siglo XX, como el ejemplo que nos ocupa, donde se utilizaba una letra sin remate ligeramente condensada para los indicativos de población y una cursiva con remate para los lugares de interés turístico o cultural, similar a una Clarendon
Estas antiguas señales practicamente han desaparecido durante el trazado, dando paso a las nuevas tipologías basadas en la tipografía normalizada Type Spain, presentes en la red estatal de carreteras. Uno de los ejemplos más curiosos y antiguos que hemos encontrado es este panel situado en la iglesia de Santa Lucia en pleno camino, en el que podemos ver un ejemplo de tipografía condensada con remate de época desconocida. El estilo nos puede recordar a una Didot con rasgos muy diferenciados.
Una de las sorpresas del Camino de Santiago a su paso por la villa de Eirexe es el poster que nos habla del ilustre mago Dr. Saa de Waldemar. Este cartel se puede observar en el único bar de la localidad y es una litografía de época muy bien conservada con algunas tipografías interesantes. Los dueños de la cafetería son descendientes del ilusionista que fuen tan famoso en su época como el mismísimo Houdini.
Dentro del Camino de Santiago en las localidades más grandes, que suelen coincidir con los finales y comienzos de etapa, solemos encontrar ejemplos de gran calidad tipográfíca. Os dejamos con dos ejemplos de los años 20-30 del siglo XX ubicados en Melide, el primero es un rótulo en vidrio de una tienda de paños con una letra de corte muy geométrico y gran originalidad, el segundo un corporeo de la misma época para una ferretería cuyos rasgos nos recuerdan a las primeras versiones de Futura con glifos similares a Kabel Ghotic.
En la localidad de Arzúa podemos ver algunos ejemplos como este letrero de confitería-bar que juega con el contraste entre rasgos manuales y letras sin remate grabado en vidrio al método tradicional.
Ya en Santiago de Compostela se pueden ver cientos de ejemplos de buena tipografía situada en comercios de la zona, gracias al respeto de la población por este arte gráfico, desde fruterías intactas desde mediados del siglo XX hasta cafeterías con nombres evocadores, pasando por Farmacias con geometrías en sus letreros.
También en la ciudad de Santiago podemos ver buenos ejemplos de lettering y tipografía actual que conviven con los rótulos de «toda la vida» de forma armónica.
A parte de la tipografía os recomiendo el Camino de Santiago como experiencia de conocimiento de uno mismo, de los demás y como nomadismo meditativo de lo más agradable. ¡Buen Camino!